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Otros manjares

OTROS MANJARES

Arroz y no es paella

Además de fabada, la gastronomía tiene en Oviedo otros platos típicos, comunes a otras zonas de España aunque con variantes. Si un extranjero quiere comer aquí arroz que no espere una auténtica paella, aunque ese grano se sirve en otros platos muy suculentos. Uno es el arroz (oscuro y un punto meloso)  con “pitu de caleya”, que significa pollo criado en libertad; otro, el “arroz a la asturiana”, que lleva una mezcla de carne de ternera, costillas de cerdo, salchichas y/o chorizo…) y algo de producto de huerta (guisantes, pimientos…) con gran variedad de recetas.
Aunque si lo que quiere es comer arroz sea como sea, no se pierda uno de los postres más típicos: arroz con leche. Cremoso y con una lámina de azúcar requemado en la superficie.
También de primer plato es bastante común la menestra, aunque lo más recomendable, para que sea de verdad con productos de temporada es consumirla en primavera.

Arroz con leche
Mariscos

De mar y de río

Oviedo no tiene mar ni un importante río pero los tiene tan cerca que pescado y marisco reinan en sus mesas.

De los pescados de mar más consumidos destaca la merluza, y en su receta de “a la sidra”, aunque dependiendo de la temporada  son también muy apreciados la lubina –en su receta “al champagne” es típica de los banquetes-  el “pixin” (rape) el besugo –cocinado “a la espalda”- o el bonito, de junio a octubre y otras, en principio más humildes como el bocarte (los más pequeños reciben el simpático nombre de “hombrinos”) , la sardina, o el chicharro (jurel).

Entre los de roca triunfa el cabracho que tiene muchas espinas por lo que quizá es más común el servido en pastel. Aquí se aprecian en su versión de menor tamaño el pulpo y el calamar que cuando es más pequeño se denomina chipirón.

De río,  junto a las truchas, es típico el salmón, pescado a partir de la primavera cuando vuelven remontando el Sella, el Cares, el Narcea…; el primero que se pesca recibe el nombre de “campanu” y su subasta alcanza sumas muy altas.

En marisco, aquí se consume, entre otros, bogavante (“bugre”) al llegar el verano, la centolla, cuya temporada empieza en octubre, y las andaricas (nécoras) que también se comen casi como “tapa” acompañadas de una botella de sidra

Los oricios o comerse el mar

De finales de diciembre a mediados de abril –según la veda pero siempre en meses de frio- el visitante  a Oviedo verá  que se anuncia en bares y sidrerías que “hay oricios”. Son los erizos de mar cuyo consumo ya alababan los romanos aunque en algunas regiones pasaron años utilizándose como abono agrícola. Su intenso sabor a mar los convierte en una delicia que hay quien extrema comiéndolos crudos, con ciertos riesgos sanitarios. Su gran consumo –en restaurantes con elaboradas recetas-  ha llevado a restringir la pesca para impedir su desaparición. Las huevas de oricios en conserva, para ensaladas o para tortillas, o su paté son una buena compra para llevarse de recuerdo. 

Oricios